Por: Cinturón Occidental Ambiental (COA)
Recientemente Felipe Márquez, presidente de la empresa minera AngloGold Ashanti (AGA), manifestó la necesidad de “repensar el suroeste de Antioquia” planteando una nueva centralidad basada en “La Mina” y el “Parque Biodinámico”. Esta “mina”, como menciona Márquez, se denomina Nuevo Cháquiro y conforma el depósito de la primera fase del proyecto, señalando que Nuevo Chaquiro hace parte de un “Distrito Minero”[1].
Según la Unidad de Planeación Minero energética (Upme, 2005) los criterios adoptados para la identificación de zonas que puedan considerarse como distritos mineros incluyen tres componentes: a) el tipo de material mineral y el volumen de producción, b) el grado de concentración minera frente a zonas relativamente homogéneas y uniformes, y c) la tradición minera de las comunidades locales y regionales[2].
En conexión con el “distrito minero”, el “parque biodinámico” se concibe desde el concepto de “un megaparque ecológico con mina (…). El parque ecológico (o biodinámico) va como una de las propuestas que AGA está ofreciendo en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para el trámite de la licencia ambiental”[3].
Omitiendo el proceso de configuración territorial del suroeste de Antioquia desde la vocación económica y cultural, la tradición agropecuaria, nuevamente la AGA impone la palabra y se toma nuestra vocería, desconociendo que la vocación del suroeste lejano de Antioquia no es minera, violentando las construcciones culturales que comunidades indígenas y campesinas hemos consolidado durante años y que hoy se expresan en los Planes de Vida Comunitarios.
De esta manera ratificamos que las prioridades para el suroeste de Antioquia son los Planes de Vida Comunitarios, no los distritos mineros y mucho menos el parque biodinámico. Nuestras construcciones comunitarias redefinen al suroeste de Antioquia como Territorio Intercultural, resultado de relaciones afectivas de la cultura Emberá y la tradición campesina con las que resignificamos nuestra biodiversidad.
“La Mina” no tiene importancia para nosotr@s porque priorizamos la construcción de economías afectivas, propias, campesinas e indígenas, sustentadas en la agroecología, los circuitos económicos solidarios, la gestión comunitaria del agua y de la tierra, fundamentadas en la participación social efectiva y afectiva, reconociendo el rol de las mujeres, niñ@s, jóvenes, abuel@s, indígenas y campesin@s que aportan a la construcción intercultural e intergeneracional del territorio.
El Parque Biodinámico que propone la AGA igualmente se constituye en una ofensa para el suroeste. Para nosotr@s adquiere más importancia el reconocimiento y protección comunitaria de los sitios sagrados, las fincas escuelas agroecológicas, los resguardos indígenas, las casas madres del Territorio, las salas patrimoniales territoriales, además de las espacialidades generadas por los circuitos ecónomicos solidarios, los acueductos y trapiches comunitarios, los caminos ancestrales, los ríos, la Montaña Madre, los parques arqueológicos… lo que significa que estamos construyendo proyectos comunes para que la interculturalidad sea el fundamento en la construcción de autonomías locales.
Desde nuestra articulación nos repensamos el suroeste de Antioquia desde el “Mandato Popular COA: Participación y Autonomía para Resignificar el Ordenamiento Territorial”, apostándole al reconocimiento de los conflictos ambientales e incidir en su transformación, definiendo transiciones hacia prácticas sustentables y justas con el Territorio.
Queremos manifestar que los niñ@s y jóvenes del suroeste son nuestros hij@s y herman@s, son nuestra familia. Desde la matriz de los planes de vida comunitarios nos estamos transformando para definir qué queremos ser, hacer, pensar, estudiar, construir y transformar. Trabajamos con las escuelas de sustentabilidad, las escuelas polinizando el Territorio, las escuelas agroecológicas, las escuelas de cultura y arte, las cátedras del Territorio, la Pedagogía de la Madre Tierra de los pueblos indígenas. Estos procesos pedagógicos le apuestan a una ética política transformadora para que la ciencia no se convierta en un dispositivo de dominación y despojo, muchos menos para que arrebate nuestros sueños.
Desde los Planes de Vida Comunitario cimentamos conocimientos colectivos que están al servicio de las comunidades, de los derechos territoriales y colectivos, para la protección de la tradición campesina, la cultura indígena, las fuentes hídricas, la educación popular territorial y la participación social.
AngloGold Ashanti, ya tenemos claro qué es lo que queremos para nuestros Territorios. No interfieran en nuestros proyectos de Vida.
POR ESO DECIMOS: ¡PLANES DE VIDA SÍ – DISTRITO MINERO NO!
SUROESTE DE ANTIOQUIA: TERRITORIO SAGRADO PARA LA VIDA
[1]https://www.facebook.com/Escuchalamontana/videos/251479826280156/UzpfSTI4NTAwMDc1NTI0NTg4Mzo5MTk3NzQ0MTUxMDE4NDQ/
[2] http://www.upme.gov.co/Docs/Distritos_Mineros.pdf Pág. 15
[3] https://www.portafolio.co/economia/quebradona-la-mina-que-dara-espacio-a-gran-parque-ecologico-535971